Hola a tod@s.
Aunque en esta ocasión me he prometido a mi mismo no ponerme nervioso, y me he puesto un millón de escusas para no estarlo, lo cierto es que a medida que se acerca el momento de la presentación, algo se mueve en esa parte del estómago diseñada específicamente para estos momentos.
Apenas quedan dos días, el próximo viernes mi segunda novela ya no será sólo mía, sino que la magnífica experiencia de haber escrito esta impresionante novela, la compartiré con todos vosotros. Una última sorpresa que guardo es la verdadera cubierta de la novela, la que veis tanto en el cartel de arrriba como en la invitación al final de la entrada, pertenecen a la maqueta, la auténtica, la impresionante que decora la novela la mantendré en secreto hasta la presentación de la misma.
Gracias a todos, los que vais a estar físicamente conmigo en la Casa de Castilla la Mancha y a los que habéis encargado el libro por adelantado y que desgraciadamente no podéis acudir al evento en directo, a todos os adelanto que la especial Primera Edición de "La Crisálida del Tártaro" está prácticamente vendida y ya está en camino la segunda.
También me he encontrado con algunos reveses de última hora, el escritor y amigo personal José Vaccaro que como ya os adelanté iba a ser el maestro de ceremonias durante el bautizo de la novela, no podrá acompañarnos, problemas de salud, que deseo remitan lo antes posible, le impiden acudir desde Barcelona, aunque me ha dejado una impresionante reseña que quiero, como no puede ser de otra manera, compartir con todos vosotros, para que valoréis la obra en palabras de uno de los escritores más influyentes con los que cuenta nuestro país.
En cualquier caso, y siempre haciendo acopio del positivismo que me rodea, tengo que decir que esta mala noticia viene acompañada de otra buenísima, la escritora, de la que soy ferviente admirador, mi gran amiga Marisé García
será quién de forma maravillosa presente la novela y nos deleite a todos con su presencia y glamour.
Reseña de “La Crisálida del Tártaro”
Autor: Luis Miguel Prieto Fonseca
Ediciones Atlantis
Por José Vaccaro
"Cuando Frederick Nietzsche empezó a incubar la crisálida"
En su segunda novela “La Crisálida del Tártaro” tras “Hojas de Otoño”, Luis Miguel
Prieto Fonseca se adentra en un universo que se nutre de dos dimensiones absolutamente
contrapuestas, la del mundo real, aquel que vivimos y palpamos con nuestros sentidos,
y otro subterráneo y esotérico, más profundo y poderoso, a la vez que escondido (léase
desconocido) donde las fuerzas del Mal y del Bien, de la Oscuridad y la Luz se mueven
en otras dimensiones distintas y más poderosas que las cuatro del mundo físico
convencional.
Vaya por delante que esa ambivalencia intelectual, en la práctica no es en absoluto
absurda ni descartable. Pensemos que la religión, Dios, Jesucristo, el Edén, la Virgen
María, el Cielo o el Infierno (también el Islam o el Taoísmo) lo es, un universo paralelo
que choca con nuestra realidad, donde no vemos ni ángeles ni demonios, y por supuesto
tampoco a Dios o al Diablo. Una dimensión desconocida, la religión, de la que el
irreverente Nietzsche llegó a decir: La religión cristiana tiene su fundamento en la
pregunta que hace 2.000 años se hizo la mujer de un carpintero: ¿Cómo le explico ahora
a mi marido que estoy embarazada?
Dicho lo anterior como premisa de ese universo dual (el de los sentidos y el de la
imaginación), y dentro de la Segunda Guerra Mundial, Luis Miguel elabora una ficción
literaria que se nutre y se recrea de personajes del calado de Churchill, Hitler, Hess,
Himmler..., y de todo su acontecer histórico (Dunkerque, Operación Barbarroja, etc)
dotando a la novela de un referente histórico muy potente en donde los sucesos, la
metafísica y las fuerzas que hay detrás de la realidad física responden a unos
parámetros e influencias alejados de lo que nuestros sentidos y nuestra lógica pueden
objetivamente apreciar.
Por encima de la “La Crisálida del Tártaro” sobrevuela el ya citado Frederick Nietzsche
y su arquetipo de “Superhombre” del que bebieron, y ese es un dato histórico
incontrovertible, los nazis y su concepto supremacista de la raza aria. Nietzsche lo fiaba
todo en ese hombre dotado de una serie de conciencia, voluntad, poderes y cualidades
más allá de la religión, particularmente la cristiana, a la que como hemos dicho,
denostaba. Una vez eliminada la religión (incluida la moral), Nietzsche elabora un ser,
ese “Superhombre” donde tienen cabida todas las interpretaciones históricas, incluida la
Sociedad Vrill, la Sociedad Thule y a la Herren Von Schwarzen Stein o Sociedad de los
Señores de la Piedra Negra, que asoman en el texto de Prieto Fonseca. Sin hablar de
tesis, el autor de “La Crisálida del Tártaro” entreabre una puerta al lector ofreciéndole un
universo paralelo que, en sus manos, encaja perfectamente con la historia real y los
personajes de su novela. Su credibilidad literaria, ese es el mayor valor, en mi opinión,
del libro.
La “La Crisálida del Tártaro” viene a reinterpretar aplicando la lógica más elemental y
directa sucesos aparentemente difíciles de explicar, como son el aterrizaje de Hess en
Inglaterra, (Rudolf Hess, ni más ni menos que el segundo detrás de Hitler, su “delfín”
desde el punch de Munich), precisamente en el instante de mayor éxito militar y político
del Führer, su resistencia a ultranza a rendirse hasta morir prácticamente solo dentro de
la cancillería de Berlín, esperando hasta el último minuto del último día un milagro que le
permitiera salir vencedor. Cuando americanos y rusos estaban a metros de ese su último
refugio.
Luis Miguel Prieto cierra su novela con un augurio, una posibilidad de futuro, en base a
ese universo distinto del que hablaba al principio que, escondido, acecha para salir a la
superficie y dominar al mundo.
En definitiva “La Crisálida del Tártaro” contiene, entre líneas, una reflexión del hombre y
sus valores en un marco extremo y unos contendientes, los de la Segunda Guerra
Mundial, abierto a la fantasía y a una lectura de la historia absolutamente distinta de la
convencional, que sin duda atrae y despierta inquietudes en el lector.
José Vaccaro Ruiz
La reflexión de José Vaccaro no sólo es impresionante, sino que a través de su visión se adentra en una realidad paralela de la que cuesta mucho escapar mientras la novela es devorada, y digo devorada porque leída se queda corto a tenor de lo que él mismo me ha transmitido al igual que antes lo hiciera Marisé.
Lo siguiente que quiero compartir con vosotros es la primera entrevista que he concedido y cuya reproducción gráfica puede daros otra idea de lo que vais a encontraros a partir de que decidáis dar la vuelta a la primera hoja de la novela y la crisálida os atrape en su vuelo.
1.- Tu segunda novela publicada en Ediciones Atlantis y de nuevo la II
Guerra Mundial como telón de fondo. Sin spoilers, cuéntanos acerca
de La crisálida del tártaro. ¿Qué van a encontrarse los lectores?
-RESPUESTA: Lo primero con lo que los lectores se van a encontrar es con un
desafío. La Crisálida del Tártaro, es un trabajo tremendamente ambicioso que
pone a prueba cada una de las páginas que se han escrito sobre un conflicto
que, después de 80 años, sigue suscitando miles de preguntas aun sin
responder.
En esta ocasión el desarrollo de la novela es lineal y recorre 4 años de la
conflagración, exactamente desde mayo del 41 hasta mayo del 45. El desafío
del lector consistirá en luchar contra unos principios dudosamente establecidos
por aquellos que, a lo largo del tiempo, han escrito la historia. No sólo
conceptos como agresor o agredido, liberalismo u oligarquía van a ser puestos
en entre dicho en cada una de sus páginas, la propia historia de la humanidad,
como la conocemos y como nos la han contado, saltará por los aires.
El lector se hará las preguntas incómodas que los encargados de modelar la
crónica del mundo nunca han estado, ni van a estar, dispuestos a contestar. La
política, la religión y la ciencia, cada vez se ven más rodeados por una
sociedad más versada e inteligente, con acceso casi ilimitado a cualquier
información y que ya no se conforma con escusas.
La Segunda Guerra Mundial, va gestando otra historia paralela dentro de su
propia historia, una Crisálida llena de luz y de sombras que crece a lo largo de
330 páginas en una novela de acción y aventuras con un ritmo frenético, que
recorre algunos de los parajes más salvajes y desconocidos del planeta, con
ánimo tanto de entretener como de docencia, en la que no falta el espionaje, la
conspiración, escenas bélicas de blindados e incluso varios capítulos
claustrofóbicos dentro de un submarino, que harán las delicias del lector
dejándole sin aliento hasta la última página.
2.- Eres un amante de la novela negra que, sin embargo, no deja de
interesarse e investigar sobre la II Guerra Mundial. ¿Cómo así?
-RESPUESTA: Pasé toda mi adolescencia devorando a los grandes
historiadores de la Segunda Guerra Mundial como William Sheridan Allen, Alan
Bullock o David Irving, y tratando de conseguir traducciones decentes al
castellano de maestros de la novela negra como Dashiel Hammett, Raymond
Chandler, Jim Thompson o Chester Himes, entre otros.
He leído muchísimo a lo largo de mi más de medio siglo de vida, pero nunca he
disfrutado tanto como con estos dos géneros, que tienen mucho más que ver
entre ellos de lo que a priori puede parecer.
Opino que el trabajo de investigación que se necesita para realizar cualquier
ensayo histórico, puede y debe ser aplicado para construir una impecable
novela negra y la Crisálida del Tártaro es un magnífico ejemplo de ello.
Creo sinceramente que el secreto del éxito de mi trabajo precisamente es ese,
el estilo de novela negra con el que afronto el marco beligerante de una guerra,
creando un “cliffhanger” mientras dibujo escenas bélicas repletas de acción y al
mismo tiempo puntos de giro que obliguen al lector a dar la vuelta a otra
página, jugando al despiste hasta el final, a pesar de que la historia siempre
tiene escrito uno, y rellenando cada escena de un ambiente opresivo y negro,
rodeada de psicología oscura.

3.- ¿Por qué crees que la II Guerra Mundial en general, y el nazismo en
particular, genera tanta fascinación?
-RESPUESTA: Ningún conflicto puede ser comparado con la Segunda Guerra
Mundial, algo que avalan los más de 60 millones de muertos durante la misma.
Pero sin olvidar este detalle sangriento de relevancia, la revolución
armamentística, tecnológica o química que fue llevada a cabo en menos de 6
años, todavía tiene repercusión en nuestros días; los aviones a reacción, los
primeros cohetes extra terráqueos, submarinos con una autonomía de
inmersión y profundidad más avanzada incluso que algunos modelos actuales,
experimentos genéticos llevados a cabo por primera vez en personas, o los
estudios sobre otras fuentes de combustibles no fósiles etc (llevados a cabo
curiosa y exclusivamente por el bando perdedor del conflicto), son un claro
ejemplo de ello.
Pero en mi opinión, la fascinación que todavía hoy día despierta el concepto
holístico de nazismo, empieza mucho tiempo atrás y hay que buscarla en el
ocultismo de las sociedades secretas de finales del siglo XIX y principios del
siglo XX, cuyos estudios dieron como fruto la Ariosofía primero y el Nacional-
Socialismo después, y que de forma tan torpe fueron ocultadas y hechas
desaparecer después de la guerra sin escusa y sin dar ninguna explicación al
respecto por el bando ganador. El “ser humano” por imperativo natural, tiende a
escarbar en aquello que se le prohíbe o se le oculta, y esa obsesión por
enterrar cada símbolo que podía asociarse al nazismo y sobre todo, al nazismo
esotérico, ha convertido a las SS por ejemplo, en algo tan espectacular y
provocativo como las órdenes de caballería de la edad media. Ni siquiera
imperios como el egipcio o el romano, la civilización grecolatina o la Ilustración,
han influido tanto en el desarrollo de lo que llamamos cultura de occidente,
como lo han hecho miles de Swastikas ondeando en multitudinarios desfiles
dirigidos por la personalidad y el carácter de hombres con el carisma velado de
Adolf Hitler o Heinrich Himmler.

4.- Como experto en el tema, ¿qué motivos llevaron a los nazis a
interesarse tanto en el esoterismo, la magia y el ocultismo?
-RESPUESTA: El nazismo o nazismo esotérico, fue una ideología con gran
contenido místico entre los círculos más elevados de sus seguidores, dotada
de una fuerte corriente pseudocientífica y basada en gran parte en
fundamentos metafísicos usados en la interpretación de textos proféticos, sobre
todo, védicos.
Fue a partir de 1907, cuando un joven aspirante a pintor llamado Adolf Hitler
comenzó a sufrir unas extrañas visiones y sucesos paranormales, muchos de
los cuales se produjeron en presencia de su amigo August Kubizek (hechos
documentados que paulatinamente han sido enterrados hasta ser
prácticamente imposible dar con ellos y con su contenido sin adulterar), que le
llevaron a contactar con un editor llamado Liebenfels, de una revista esotérica
denominada Ostara.
Esta publicación y otras de corte similar servirían de medio de expresión a
movimientos como la Liga Pangermánica y sociedades secretas como la
Sociedad Thule, entre otras, que combinaban, a partes iguales, antisemitismo,
teosofía y ocultismo, dando lugar a lo que se ha dado en llamar la Ariosofía.
Esta corriente propugnaba la vuelta a un, supuestamente, glorioso y pagano
pasado ario, de la mano de líderes carismáticos dotados de poderes ocultos,
en una tierra más septentrional de todas las existentes, Hiperbórea, y que para
los nacionalistas alemanes simbolizaba el origen nórdico de su raza.
Vocablos como ario, nórdico, indogermano, germano o ariogermano, acabaron
por generalizarse no sólo entre los nazis más ortodoxos, sino entre el resto
común de la ciudadanía.
Ciencias como la astrología y pseudociencias como la videncia, unidas a
teorías espiritualistas y neopaganas, impulsaron la creación de Ahnenerbe en
1935, ya con el partido nazi en el poder, institución que se encargaría, entre
otras cosas, de confirmar las teorías de civilizaciones prediluvianas
predecesoras de la Aria, impulsadas por la Teosofía de Madame Blavatsky.
5.- En tus novelas siempre trabajas mucho la creación de los personajes.
¿Qué puedes decirnos de algunos de los personajes de La crisálida del
tártaro?
-RESPUESTA: Como siempre, los personajes son la parte más importante de
mis trabajos, son seres de carne y hueso que pueden oír, hablar, observar,
aprender, que tienen carta blanca para expresarse y sobre todo que pueden
sentir, ese es el verdadero secreto, yo los doto de una vida y una energía
propias.
En esta ocasión, los protagonistas son personajes conocidos de la historia, a
los que devuelvo a la vida para que nos cuenten ese relato que en su momento
no pudieron o no quisieron o nos les dejaron contar, a los que se unen otros
que, dentro de su anonimato ficticio, están llenos de personalidad, crueldad o
tienen el poder de atracción de diosas, y juntos se convertirán en héroes para
el resto de personajes y por supuesto para cada lector.
Yo me siento entre ellos para hablar antes de comenzar a escribir cada escena,
los sitúo, pero luego son ellos los que me arrastran en una ola de improvisación
fantástica, una comunión perfecta en la que cada gesto, cada mirada y cada
palabra quedan escrupulosamente registradas en la novela.
Rudolf Hess junto a Heinrich Himmler, que duda cabe, son los dos
protagonistas principales de la novela, los polos contrarios de un imán, con un
mismo objetivo pero en el que pueden apreciarse, en todo su esplendor, los
lados oscuro y níveo de la energía que nos rodea y la forma en la que ésta
puede ser utilizada.
Otros personajes de calado fundamental son Winston Churchill y Franklin
Delano Roosevelt. El lector podrá sentir como su piel se eriza por momentos
durante la lectura. Como he dicho ya en más de una ocasión, la historia
siempre la escriben los ganadores, pero la verdad escrita con renglones
torcidos, queda sepultada bajo la herrumbre del silencio y del olvido. La cara
más oscura que estos dos personajes son capaces de representar, su lado
más inhumano que también es necesario cuando lo que se pretende es ganar
una guerra, es la que el lector quiere conocer, quiere sentir, quiere sufrir en su
propia conciencia, no la que todo el mundo conoce, y esa es la que yo le
muestro con detalle, perfectamente narrada y escrupulosamente documentada.
Por supuesto, también se encontrará con otros personajes a lo largo de la
novela mucho más benignos como son María Orsic, Otto Rahn, amigo
inseparable de Rudolf Hess y la inolvidable capitana Morrigan, Riga, la heroína
espiritual del relato y a la que tanto Hess como el propio lector verán crecer
hasta convertirse en la referencia más importante del mismo.

6.- Tu anterior novela, Hojas de otoño, fue publicada hace algunos años
ya. ¿Cuánto tiempo te ha llevado la elaboración de esta nueva obra?
-RESPUESTA: Hojas de Otoño fue publicada exactamente hace cuatro años,
¡y qué cuatro años! Como todos o casi todos conocen ya a estas alturas,
trabajo como sanitario en el Hospital La Paz de Madrid, en la Unidad de
Reanimación Cardio-torácia, que fue convertida en una UVI de Covid-19
durante la fase más dura y letal de la pandemia.
Esa experiencia, que nos ha marcado a todos profundamente, también retrasó
mucho, por ejemplo, la labor de escritura en mi caso.
La Crisálida del Tártaro ha sido el fruto de cuatro años intensísimos de trabajo,
dos de ellos dedicados, casi, en exclusiva a la investigación y a la
documentación, dedicando los otros dos años a una labor combinada de
documentación y escritura.
Como también he indicado antes, no entiendo la transcripción de una novela
sin esta labor de exploración e información. A estas alturas nadie puede negar
ya, que mis novelas de “ficción” se sustentan en la más absoluta y muchas
veces nauseabunda “no ficción” que la realidad oculta, pero para llegar a ella
hay que escarbar y arrancar con las uñas esa losa llamada “verdad” detrás de
la que, muchas veces, se oculta el autentico axioma.
He leído cientos de documentos, miles de páginas, el noventa por ciento de
ellos en lengua extranjera, y para sorpresa de la inmensa mayoría, no en
inglés, idioma en el que me manejo perfectamente después de mi experiencia
viviendo en Irlanda. He tenido que traducir documentos rusos, checos, polacos,
alemanes e incluso suecos, siendo en este último idioma en el único que
encontré información clasificada sobre la misteriosa muerte del Duque de Kent,
algo que no está disponible en ningún archivo británico para sorpresa no sólo
mía, sino para el resto de la sociedad, dado que era el hermano del monarca
británico durante la Segunda Guerra Mundial.
La historia, como cualquier sociedad que se precie, dispone de sus propios
vertederos para depositar y enterrar la basura, solamente hay que querer
reciclarla evitando no hundirte y quedar sepultado por ella.
7.- ¿Tienes algún nuevo proyecto en mente? ¿Seguirás combinando la
novela negra con la novela histórica y bélica?
-RESPUESTA: Desde luego ideas nunca faltan e ilusión y ganas tampoco,
desgraciadamente de lo que no dispongo es de tiempo suficiente para dar
rienda suelta a mi imaginación.
Tengo un proyecto en mente que me encantaría desarrollar.
No voy a negar que me apasionaría escribir una novela negra, un Hard-Boiled
con ritmo de Thriller pero ambientado en la época de la Segunda Guerra
Mundial, aunque quién sabe, lo mismo se cruza en mi camino otro conejo
blanco y seré yo mismo el que me lance por el hueco de un árbol, sólo para
saber lo que hay al otro lado, como he hecho siempre, como no dejaré de
hacer nunca.
Luis Miguel Prieto Fonseca
La última página de este blog, antes de la presentación, ha sido escrita y relatada, tanto con mis palabras como con las de protagonistas que han hablado y analizado la obra desde varios puntos de vista, pero siempre con la intención de que os resulte amena incluso antes de que hayáis empezado a leerla.
A partir de este preciso momento, "AQUÍ EMPIEZA TODO..."